ADIVINANZAS DEL CUERPO HUMANO
La planta del pie
¿Qué planta será
la que en el hombre está?
Los pies
Juntos vienen, juntos van,
uno va delante, otro va detrás.
Los pies
Enfundados siempre van
y hay que tener cuidado
con las patadas que dan.
El pie
Sólo tres letras tengo
pero tu peso yo sostengo.
Si me tratas con cuidado,
te llevaré a cualquier lado.
Los pelos
Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
El pelo
Porque no se caiga pagan,
pero, en cayendo,
nadie se agacha
a recogerlo.
El pelo
A muchos se lo suelen tomar
si antes no se ha ido a pelar.
Los párpados
Parecen persianas
que suben y bajan.
Los párpados
Son dos cortinas
en dos ventanitas
que bajando ocultan
dos niñas bonitas.
La panza
Adivina, adivinanza,
tiene un solo ojo
y una cara ancha.
La pantorrilla
Atrás panza
y delante espinazo,
aciértamelo
pedazo de ganso.
Las orejas
Laterales parapetos
que van siempre por parejas;
les encantan los secretos.
La oreja
Tiene grandes pabellones,
pero no tiene habitaciones.
El ombligo
Vive en la panza
y se enseña en ciertas danzas.
Los ojos
Si los abro veo
si los cierro sueño.
Los ojos
En un huerto no muy llano
hay dos cristalinas fuentes,
no está a gusto el hortelano
cuando crecen las corrientes.
Los ojos
Dos niñas asomaditas
cada una a su ventana;
lo ven y lo cuentan todo,
sin decir una palabra.
Los ojos
Dos fuentes muy cristalinas
están en medio de un llano
y cuando las fuentes manan
no está muy contento el amo.
La nariz
Tengo un tabique en el medio
y dos ventanas a los lados
por las que entra el aire puro
y sale el ya respirado.
La nariz
Si aciertas esta pregunta
te anotarás un buen tanto:
¿qué cosa acabada en punta
tienes entre risa y llanto?
Las manos
Cinco hijitos tiene cada una
y dan tortazos como ninguna.
La lengua
Entre dos murallas blancas
hay una flor colorada,
que con lluvia o con buen tiempo,
está siempre bien mojada.
La lengua
Una señora,
muy enseñoreada,
siempre va en coche
y siempre va mojada.
La lengua
Guardada en estrecha cárcel
por soldados de marfil,
está una roja culebra,
que es la madre del mentir.
La lengua
¿Quién seré yo que encerrada
soy donde quiera que voy,
me encuentro siempre mojada
y al cielo pegada estoy.
Los labios
Uno se cree superior,
el otro inferior se siente,
sin decirse nunca nada
mucho se quieren,
tanto que siempre
se están besando.
Los labios
Dos hermanos sonrosados,
juntos en silencio están,
pero siempre necesitan
separarse para hablar.
Los huesos
Como la piedra son duros;
para el perro un buen manjar
y sin ellos no podrías
ni saltar ni caminar.
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